Mucho se ha discutido en los últimos dias sobre "Neutralidad Tecnológica", algunas ideas me han estado rondando la cabeza...
Primero les contaré a aquellos pocos que no estan enterados que en las últimas casi 3 semanas, después de las 6pm y en agotadoras jornadas madrugonazas, se ha estado redactando el proyecto de Ley de tecnologías de Información, llamado ahora "Ley de Infogobierno".
Esta Ley consta de 89 artículos en su propuesta original, que no es tan original ya que si soy totalmente sincera primero se introdujo un proyecto de Ley redactado por la comunidad del Software Libre (SOLVE) este proyecto fue retirado de la asamblea nacional y se introdujo esta otra que además se aprobó en primera discusión.
Hubo una consulta pública en varias parte del país y luego venía el proceso de redacción que ya mencione, que pasaba por una discusión profunda de cada uno de los artículos.
Entre los controversiales artículos, se encontraba el 12, que hablaba precisamente de la "Neutralidad Tecnológica". En lo particular, cuando me repiten hasta el cansancio que el estado no debe regular las reglas del juego, sencillamente entiendo que me están diciendo que el estado debe seguir apoyando y promoviendo las reglas del juego existentes hasta el momento... ahora me pregunto: cuales son esas reglas del juego?, quienes han sido los beneficiados hasta el momento?, si nos respondemos estas preguntas, terminaremos haciendonos esta otra: de que neutralidad tecnológica nos hablan?... si hasta no mas de 2 años (esto ha cambiado un poco gracias al 3390) comunicarte con un ente gubernamental utilizando herramientas libres era simplemente imposible (lastimosamente aún quedan algunos sitios por allí) ya que exigían una herramienta propietaria en particular (.doc y otras minucias). Ejemplos hay muchos: para llenar planillas para solicitar becas de post-grado, para acceder a sus sistemas on-line ya que no estan diseñados para ser soportados por navegadores libres, cuando con dinero de tod@s pagan cursos y talleres de formación de "ofimática" o de otras cosas y sólo aprenden a usar determinado producto de una _única_ empresa, peor aún cuando te encuentras pensum de estudios de carreras universitarias sobre informática básica y resulta que tienen sendos capítulos cuyos títulos, muy lejos de decir algo _neutral_ como por ejemplo: Procesador de texto o editor de diapositivas, nuevamente tiene el nombre de un producto de una determinada empresa y no seguiré con los ejemplos académicos, porque pudiera mencionar ejemplos contundentes, para nada neutrales, de cuando eres una estudiante de una universidad del país y pretendes usar herramientas y formatos (sobre todo estos últimos) libres, para elaborar tu tesis o para una simple tarea. Llama muchísimo mi atención como los MS-Boys universitarios están tan preocupados por la posible y remota escogencia del SL en los pensum de estudios ya que consideran esto un acto de discriminación.
Volviendo al tema central, lo que quiero decir con los ejemplos anteriores es que el estado _no_ ha sido neutral con respecto a la industria del software, actualmente existen muchísimos mecanismos de regulación en materia de propiedad intelectual que benefician a las grandes empresas, ya que estas pueden competir y ganar con las actuales reglas del juego. Sin embargo, con el SL se ha podido demostrar que hay una forma diferente de hacer las cosas, se ha demostrado que es posible crear software de altisima calidad bajo un esquema colaborativo.
El estado no es actualmente ni debe ser en un futuro cercano, neutral en materia tecnólogica, éste debe tomar decisiones políticas que beneficien a la sociedad y crear mecanismos que aseguren la no dependencia de las empresas trasnacionales. Deben
tomar en cuenta otras alternativas tecnológicas, que le otorguen amplios derechos de uso, difusión y modificación. Sin lugar a dudas será el SL que salga victorioso de esta evaluación, quedará demostrado las ventajas de índole social, económica y de seguridad nacional que hacen necesario el uso del software libre en la APN (Administración Pública Nacional).
La soberanía tecnológica no debe ser negociable y debe ser el estado quien ponga las reglas del juego a fin de cuentas es el que paga, como dicen en mi país: es el que se baja de la mula.
